Hoy en día en nuestra sociedad, existen una gran desconfianza de los ciudadanos en los políticos, en los gobernantes y en los administradores públicos. La ciudadanía es cada vez más sensible presionando para que la actuación de los poderes públicos sea respetuosa tanto con el espíritu y letra de la ley, como con los principios éticos y valores sociales que deben regir la Administración.
La gran mayoría de los ciudadanos, ignora, sin embargo, que la Administración Pública se rige por una serie de principios que trazan la pauta a sus actuaciones para una buena gobernanza; esos principios están contenidos en nuestra Constitución (Art. 138) y en la Ley sobre los Derechos de las Personas en sus Relaciones con la Administración y de Procedimiento Administrativo (Art. 3, Ley 107-13).
La corrupción, el fraude y el soborno constituyen un problema mundial que pone en peligro los fondos públicos y privados, el ordenamiento jurídico, el desarrollo individual, el bienestar colectivo y obstaculiza los planes sociales de los diferentes gobiernos tendentes a la reducción de la pobreza, colocando en situación de riesgo la población más vulnerable de los distintos países.
Los orígenes de este mal que azota a la humanidad son tan antiguos que se remontan al Imperio Romano, también existió en el feudalismo, en la Revolución Francesa y posteriormente en la Revolución Industrial; en el caso nuestro, nace con la colonia misma, ya que estuvo presente en las encomiendas y durante la gestión del gobernador fray Nicolás de Ovando, quien fue acusado de enriquecimiento ilícito y de proteger a Cristóbal de Santa
Recientemente se recreo la Ruta de Juan Pablo Duarte en el Cibao, en la que un grupo de organizaciones comunitarias promovió la figura del Padre de la Patria, proyectando ante el país su ejemplo y desprendimiento para construir un país en donde haya más transparencia en la Administración Pública, como él nos enseñó.
El recorrido se inició a tempranas horas de la mañana del pasado día 20 de junio desde el Altar de la Patria, en la Puerta del Conde, pasando por Villa Mella, Hacienda Estrella, Guanuma, Cevicos, Cotuí, La Vega, Santiago hasta llegar a Puerto Plata donde se hizo un acto solemne.
El pasado veintidós (22) de mayo la Cámara de Cuentas cumplió ciento cincuenta y nueve años (159) de existencia. Desde su creación mediante la ley 388 ha experimentado grandes y profundas reformas, tanto en su marco jurídico, como en estructura.
Hoy, después de la ley 10-04 y su reglamento de aplicación, podemos afirmar que los objetivos que se propuso el legislador con su creación no han sido en su totalidad satisfechos, debido, en gran medida, a la creencia de una política de difusión, no solo de dicha ley y su ámbito de aplicación, sino de la implementación de una política de prevención, con mira a que la población conozca cuales son las funciones y objetivos de la institución.
El 22 de mayo de 1854, con la ley no. 338, se crea la Cámara de Cuentas, o sea que hoy cumplimos 163 años: si bien es cierto que sus orígenes datan de la primera Constitución de 1844, no es menos cierto que no fue hasta la fecha precedentemente indicada que nacimos como institución.
Desde sus inicios, hasta el presente, varias leyes han modificado sus funciones, actualmente nos rige la Ley 10-04, del 20 de enero del 2004 y su reglamento de Aplicación 06-04, normas que nos permiten fiscalizar con cierta independencia el uso de los fondos públicos.