El medio ambiente es el conjunto de factores físicos naturales, estéticos, culturales, sociales y económicos que interaccionan entre sí con el nombre y la comunidad en que vive, determinado su forma, carácter, comportamiento y supervivencia, influyendo en el factor tiempo, o sea en el uso que de este espacio hace la humildad referido a la herencia cultural e histórica. Desde esta perspectiva, e medio ambiente es el entorno vital, y desde el punto de vista económico, es un bien de incalculable y quizá impredecible valor.
De manera que las llamadas auditorías ambientales consisten en el examen metodológico de los procesos de una empresa o industria con el objeto de conocer las condiciones de contaminación y riesgo bajo las cuales opera. De igual modo, este examen permite evaluar el cumplimiento de las normas legales, aspectos no normados y aquellos que definen las buenas prácticas en ingeniería. Se ejecutan fundamentalmente en organizaciones que han diseñado algún sistema de gestión basado en estándares propios o internacionales.
Por consiguiente, la Auditoría Ambiental establece el desempeño pasado y presente de los objetivos ambientales, en los que resulta fundamental que se determine el cumplimiento de los requerimientos regulatorios y las leyes, tales como permisos, emisión de información ambiental; además, evalúa la ejecución de sus políticas, prácticas y procedimientos internos; valora la efectividad de los sistemas de gestión y control ambiental para administrar los riesgos organizacionales; comprueba que los pasivos ambientales conocidos estén identificados y establece que las retribuciones contables respectivas sean adecuadas.
De manera que la falta del requisito jurídico en ciertos recursos empleados por las empresas no debe impedir la obligación de asumir la restauración del desarrollo medio-ambiental que sus actividades ocasionan. Además, se debe considerar como gasto del ejercicio contable el sacrifico económico que estas representan, primando, de este modo, la esencialidad o sustancia frente a la forma en el tratamiento de los hechos económicos medioambientales.
De acuerdo a lo señalado y considerando la sustentabilidad un elemento clave para la competitividad, la Cámara de Cuentas de la República participa activamente en equipos multidisciplinarios con la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (Olacefs), a través de la Comisión Técnica Especial de Medio Ambiente (Contema), en aras de contribuir al desarrollo y fortalecimiento de capacidades en la materia de todas las EFS miembros, a partir de la introducción de metodologías de trabajo y del intercambio de experiencias y resultados de los mecanismos implementados en las reuniones organizativas.
Finalmente, para la República Dominicana, que es un destino turístico por excelencia, resulta fundamental establecer cuerpos regulatorios responsables en materia ecológica, contando con sanciones sobre protección y restauración del medio ambiente, y penalizando las unidades económicas que vulneren las disposiciones. Es necesario la capacitación adecuada de los auditores, concretamente en pasivos ambientales, y concientizar a la ciudadanía revelando el impacto en la salud y en la calidad de vida de los seres vivos que se encuentren cercanos a zonas afectadas.