“Los estados de la Unión se manifestaron opuestos en 1861 a la anexión de la República Dominicana, pero su Departamento de Estado varió posteriormente su actitud frente al conflicto dominico-español entre 1862 y 1864. No obstante, podría sustentarse, considerando la dubitativa posición de Lincoln (mantener una “honesta y estricta neutralidad” “tomando el bosque”, es decir no enfrentando a España pero tampoco inclinándose a favor de los dominicanos), que el departamento de Marina de Estados Unidos brindó un subrepticio apoyo a los rebeldes dominicanos en conjunción con Haití y ciudadanos estadounidenses a partir de 1863”, dijo Espinal.
Manifestó que la afirmación de que los dominicanos no contaron con un parque bélico considerable al momento del estallido de la guerra de restauración la confirman varias fuentes. Dijo que para el gobierno restaurador era urgente recolectar la pólvora que estuviese en manos de particulares, así como carabinas y fusiles en los campos por parte de los inspectores de agricultura y de policía y la composición de los dañados.
“Los puntos de aprovisionamiento de armas estuvieron Haití a quien se le compró fusiles, pólvora y plomo y un canje de tabaco por pólvora y plomo a las islas Turcas. La localización de viejos pertrechos en comunidades rurales y urbanas fue una medida provisional, ya que para armar al ejército se esperaba contar con las armas que llegarían desde el extranjero. A los oficiales superiores de diversas comunes se les requirió esperarlas después de proclamado el gobierno provisorio de la Restauración”.
Calificó como un mito difundido, aun por investigadores, el uso masivo del machete en la guerra de restauración. “En la restauración se usaron fusiles ingleses, carabinas norteamericanas y belgas de chispa y de percusión. El fusil, según el decreto del 8 de agosto de 1864 del gobierno provisorio, sobre la organización de la guardia nacional, era, junto al machete de cabo, el arma reglamentaria de los cuerpos de artillería e infantería”.
Aunque no menos importante, señaló el papel de las enfermedades y el clima en el triunfo de los dominicanos con su guerra de guerrillas sobre el ejército español.
La conferencia se llevó a cabo en el salón Pedro Miguel Caratini, organizada por la Comisión de Efemérides Patrias (CEP) de la CCRD que preside el miembro Mario Arturo Fernández Burgos. Contó con el apoyo del presidente de la institución Janel Andrés Ramírez Sánchez; la vicepresidenta Elsa María Catano Ramírez; la secretaria Tomasina Tolentino de Mckenzie y la miembro Elsa Peña Peña.
En el acto estuvieron presentes los directores, encargados departamentales y colaboradores de la entidad fiscalizadora.
Edwin Espinal Hernández, es un destacado abogado y notario público en ejercicio de Santiago. Además, es docente y autor de libros sobre genealogía e historia. Ha obtenido el premio Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2006 por su obra “Historia social de Santiago de los Caballeros, 1863-1900” y el Premio Anual de Historia 2020 José Gabriel García por su obra “Historia social de Santiago de los Caballeros, 1900-1916”. Entre otros libros publicados y galardones obtenidos.
